ENGIE tenía la aprobación de la operación de BESS Coya, la visita de su CEO global, el interés de Presidencia y gremios. El desafío era desarrollar un evento impecable, de naturaleza simple, en la mitad del desierto, donde se ubica el proyecto, e incorporar el sello participativo de la comunidad que siempre ha caracterizado a ENGIE. Un tema relevante pero poco atractivo para la audiencia general. Ahí la estrategia consiste en el trabajo comunicacional para concitar el interés de todos.