El futuro de la educación en Chile se centra en la transformación digital y la equidad. Se promueve la inclusión de tecnologías en el aula, capacitación docente continua y acceso universal a internet. Se prioriza el aprendizaje personalizado y habilidades socioemocionales, con colaboración entre sectores público y privado para preparar a los estudiantes para los desafíos del siglo XXI.